
Todas las parejas pasan por dificultades en mayor o menor medida, y son la superación de esas dificultades las que nos hacen crecer como personas y como pareja. Pero ¿qué pasa cuando no es así?
La señal de alarma debería sonar en el momento en que el otro empieza a desilusionar, o a no ser percibido como aquel que debía de cubrir las expectativas que había puestas en la relación y empiezan a emerger sentimientos negativos de alta intensidad, los cuales se reflejan en malos entendidos, insatisfacción, frustración, etc. y que a su vez serán los que irán debilitando y poniendo en riesgo a la pareja.
Todo este intercambio se irá expresando en las cosas cotidianas, y entre ellas las que implica la organización de tareas del hogar, disponibilidad del tiempo, organización de los espacios individuales y comunes, toma de decisiones, expresión de afecto, etc., siendo todas estas circunstancias “los campos de batalla” donde se manifestarán la expresión de estas divergencias de forma más acentuada y con la contrapartida que irá en detrimento del afecto y de la realización y manifestación de conductas gratificantes para el otro.
Desde el Enfoque Sistémico, la Psicoterapia de Pareja tiene como objetivo trabajar en pro de la reconstrucción de la relación de pareja o, si esto no sucede, se enfoca a la preparación para un proceso de ruptura o separación que se acepte por ambas partes y que no sea destructivo, se caracteriza también por el hecho de que los dos miembros de la pareja participan conjuntamente en las sesiones.
La función o tarea del terapeuta, en la mayoría de los casos, consiste en enseñar a la pareja habilidades concretas de comunicación, con el fin de modificar patrones de relación familiares disfuncionales. Intenta introducir un cambio en la estructura y funcionamiento conyugal, que se supone aumentará la capacidad del sistema conyugal para manejar la nueva situación. Para ello el terapeuta dispone de una serie de recursos técnicos: “la reformulación del problema, Intervención paradójica, Prescripción de tareas, Uso de analogías, Cuestionamiento circular, etc.”